sábado, 24 de marzo de 2012

Alguien tiene que hablar

Lo veía venir porque Mamá Araña andaba telariando desde la mañana. Al otro lado de la calle Melliza Mayor ni sospechaba.
Supe por El Gigante que el plan de su esposa salió picho caluga: Melliza Mayor se enteró después de unas horas del boicot en su contra. Primero trató de defenderse solita, la llamó y le mandó una carta, pero Mamá Araña se hizo la loca. Después contrató un abogado pero Mamá Araña siempre tiene la razón- porque ha jugado muchos partidos de tenis- así que Melliza Mayor perdió el caso. ¡Pobre! ¡Y justo antes de su gran día!
Yo quiero mucho a Melliza Mayor y me viene una rabia negra cuando la molestan, porque sé lo que se siente, porque yo también lo he vivido y porque ella lo viene viviendo mucho antes que yo.

Julieta

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