sábado, 1 de febrero de 2014

-Vine para que me acepten la vida.
-La Visa querrá decir
-No, no. La vida.
-Señorita... aquí no tenemos ese tipo de certificados.
-¿Sabe donde?
-...No creo que existan.
-¿Cómo no van a existir? ¿Cómo vive la gente sin su vida aceptada?
-Así no más.
-¿Y así se puede ser feliz?
-No, pero la gente se las ingenia igual.
- Pero yo no quiero ingeniármelas, quiero serlo genuinamente.
-Para eso necesita que le acepten la vida.
-Pero me dijo que no existía...
-Sí.
-¿Y entonces?
-¿Entonces que?
-¿Cómo hago para ser feliz?
-No sé. Ingénieselas.